miércoles, 5 de mayo de 2010

crepúsCULO

Suelo no juzgar sin conocer [jaaaaaaaaaaa] así que decidí leer el primer libro de la saga de crepúsculo para así criticarla a mi antojo. Como ya esperaba, me aburrió tanta pavonería pubescente e incluso más que la película, que ya es decir. Evidentemente, jamás acabé el libro. Me parece absurda la imagen que quieren dar de los vampiros, qué coño, son malvados! Dejadles que muerdan cuellos joder! ¿qué es eso de comer bacon con sabor a tofu? Gary Oldman se debería estar revolviendo en su tumba, porque no entiendo como sigue vivo.
Resulta que yo estaba en el patio del cole, cuando escucho a dos tontas muy tontas comentar la mierda saga esta con una efusividad inaudita. Aun molestándome tanta gilipollez, las dejé tranquilas en su mundo de vampiros vegetarianos que quieren llegar virgenes al matrimonio, hasta que oí lo siguiente...

tontamuytonta1: pues me he enterado que un tio escribió otro libro de vampiros, un Bram Socker o algo así.

Tontamuytonta2: normal, después del éxito de crepúsculo, ahora muchos escribirán sobre vampiros...


asdvbhgbsdglllllllaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh es Bram Stoker imbécilas y el Conde Drácula fue uno de los primeros vampiros de la historia!



De verdad, que la adolescencia a los 23 años es muy mala. Luego preguntales que significa crepúsculo, que seguro que te dicen que es el nombre de un libro... que asco.

sábado, 1 de mayo de 2010

La cruda realidad

Me hicieron falta diez días para perderte. Y aun así, nunca te tuve. Pudo ser un gran día, pero no. Fue un domingo cualquiera. Desde entonces, me los tengo que inventar. Me encantaría crear una etiqueta de nombre Mi Chica para hablar siempre de ti y poder escribir las cosas que nunca te dije. Con esto me tengo que conformar. Qué noche la de aquel día, no? Intento olvidar el final, el alcohol no me sienta bien.

Podría llamarte Vicky, yo Cristina, y perdernos en la noche de Barcelona. O Amy y perseguirte. El amor es lo que tiene, cuando te lo inventas, eres tú la que decide el dónde, pero sobretodo con quién.

Podría llevarte al Este del Edén, y decirte alguna estupidez, por ejemplo, te quiero. La de cosas que se pueden hacer más allá de los sueños: coger un mapa y enseñarte los sonidos de Tokio, sentirme Charlotte y perderme en la traducción, o verte despertar al otro lado de la cama y pedirte que te quedes a mi lado por siempre jamás.


Y no, no es otra estúpida película americana, es mi vida sin tí.